La irrupción de las plataformas de streaming ha supuesto una auténtica revolución en el mundo audiovisual. Al punto de que, para la mayoría, ver la televisión tradicional ya es algo casi arcaico, salvo por los deportes, los informativos y algún que otro programa que sobrevive como puede en la parrilla. ¿Tener que esperar una semana entera para ver cómo sigue la serie que tanto nos gusta? La fórmula de Netflix, lanzando toda una temporada a la vez para que la gente la pueda visionar en una maratoniana sesión de varias horas, se ha acabado imponiendo. De esta manera, las nuevas generaciones (y no tan nuevas) se están acostumbrando a un formato muy particular para disfrutar de las series de ficción. Los productos deben ser adrenalínicos, tener un ritmo salvaje y captar nuestra atención al instante. De lo contrario, buscaremos algo que nos estimule mucho más.
Es curioso porque en este mundo en el que las plataformas han proliferado como setas también se ha dado un giro en la manera de concebir al público. Gracias a los inmensos catálogos de los que disponen estas empresas, se pueden llevar a cabo proyectos diferentes para nichos más pequeños de público. No hace falta gustar a todo el mundo, como en la televisión generalista, sino que bien se puede conectar con una parte de la audiencia que busca algo distinto y diferente. Entre el gigantesco marasmo de producciones propias de las plataformas encontramos desde terror a acción, pasando por dramas, comedias e incluso ciencia ficción o fantasía, dos géneros que cada vez ganan más adeptos. Esto ha dado alas a proyectos que seguramente jamás habrían visto la luz en las cadenas tradicionales, ya sea por su formato, su género o su discurso. Sky Rojo es uno de ellos, una serie de ficción con tres temporadas emitidas en Netflix que nació al arrullo del éxito de La Casa de Papel, y acabó conquistando al público. Sus credenciales: un ritmo trepidante, mucha acción y un estilo absolutamente desfasado que hace que te enganches a la historia desde el primer minuto.
Creada por Alex Pina tras La Casa de Papel
La Casa de Papel ha sido uno de los éxitos más grandes de Netflix a nivel internacional. Un proyecto que nació en Antena 3 pero no sobrevivió más allá de su primera temporada, al menos en la cadena generalista. Netflix tomó el testigo y siguió con su producción, aupándola a la categoría de serie de culto. Tras ese éxito, la plataforma ofreció un suculento contrato a su creador, Álex Pina, para que desarrollará nuevos proyectos dentro de la gran N Roja. Sky Rojo es uno de los primeros proyectos que realiza el creador navarro para la plataforma, después del fallido White Lines. Para esta serie, Pina se rodeó de su equipo habitual de productores y guionistas, y buscó darle ese tono salvaje, aún más intenso incluso que el de La Casa de Papel, a un proyecto que catalogó como “pulp latino”.
Tres prostitutas en busca de un mismo destino
La historia de Sky Rojo se centra en la vida de tres prostitutas, Gina, Coral y Wendy, tres chicas de orígenes muy diferentes pero que trabajan en un burdel ubicado en España. Las tres quieren salir de esa situación a la que están sometidas por su proxeneta, Romeo, pero este las coacciona para mantenerlas bajo su poder. Cuando Gina se enfrenta a Romeo, la situación escala a una pelea muy violenta en la que el proxeneta resulta asesinado por Gina y sus compañeras. Asustadas, deciden escapar y buscar una vida mejor, lejos de esa situación de explotación a la que eran sometidas. Pero no lo van a tener fácil, puesto que los socios de Romeo no van a parar hasta encontrarlas para que paguen por lo que han hecho…
La historia es sencilla, pero tiene muchísimos giros de guión a lo largo de las tres temporadas que se han desarrollado de la serie. El formato, de capítulos cortos de apenas 25 minutos, ayuda a que todo fluya de una manera muy natural. Aquí no hay largas conversaciones o capítulos de relleno. Todo ocurre sobre la marcha, con las chicas tratando de escapar en busca de una vida mejor, huyendo de un destino que parece insalvable. En el camino, Gina, Wendy y Coral refuerzan su vínculo y demuestran que la sororidad es el único modo de enfrentarse a un mundo que sigue siendo muy hostil para las mujeres. Personajes oscuros, trepidantes persecuciones e inesperados giros de guión hacen de Sky Rojo una serie muy interesante de ver, incluso para los que buscan un simple divertimento.
Tres temporadas con mucha acción
La serie comenzó su emisión en septiembre de 2021, y gracias a su instantáneo éxito, se desarrollaron dos temporadas más que se emitieron en 2022 y 2023 respectivamente. Pina decidió cerrar el círculo con solo tres temporadas y no seguir adelante con la ficción, aunque no descartó realizar un spin off, como en el caso de La Casa de Papel. Netflix aprovechó el éxito de la ficción sobre atracos para promocionar también Sky Rojo, aunque el estilo de ambas producciones no era tan parecido. Esto también ha llevado a muchos a valorar de una manera mixta la serie de Pina, comparándola constantemente con La Casa de Papel y situándola por debajo. Sin embargo, Sky Rojo puede presumir de ser un divertimento muy interesante para aquellos que buscan acción.
Teniendo como referencia el cine de Tarantino, Pina ha creado un producto de consumo rápido pero que también tiene su poso de cuestiones sociales. Con el empoderamiento femenino como telón de fondo, Sky Rojo analiza la situación de tres chicas que trabajan con su cuerpo, algo que no desean, y que buscan huir de esa situación a toda costa. Se nos plantean diferentes dilemas morales, como el de cometer un asesinato en defensa propia para salvarnos, o el de comenzar una carrera criminal solo para sobrevivir. El mundo en el que viven las protagonistas no para de cernirse sobre ellas, impidiéndoles el llevar una vida “tranquila”, lo cuál es su mayor deseo. Tendrán que enfrentarse a todo tipo de peligros y unir fuerzas para conseguir sus objetivos, aunque a veces estos parezcan imposibles.
Las influencias de Sky Rojo
La serie habla sobre prostitución, pero de una manera muy tangencial. La situación de las chicas en el burdel no es precisamente la ideal, y eso las precipita a buscar una salida, una alternativa. Se habla de cómo cada una de ellas llego a ese negocio, de cómo están retenidas, de una u otra forma, para mantenerse allí, y del valor que se necesita para cambiar de aires. Las influencias a nivel técnico y de historia en Sky Rojo vienen del cine pulp de los años 60 y 70, retomado por Quentin Tarantino y Robert Rodríguez en los 90. La acción toma un papel primordial y aunque hay drama y comedia, todo queda en pos de conseguir un ritmo frenético que haga que el espectador se mantenga pegado a la silla.
