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Escorts, el documental sobre el sexo de alto standing

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Cuando se habla de prostitución, lo habitual es centrar la conversación en el “problema” que supone el trabajo de las mujeres en las calles, o en su situación de esclavitud. Son sin duda problemas importantes, pero es cierto que no se puede generalizar un trabajo tan heterogéneo por esos ejemplos, dejando fuera a muchas chicas en situaciones distintas. No  todas las amantes profesionales están obligadas a prostituirse. De hecho, ni siquiera todas lo hacen por pura necesidad. La tendencia abolicionista que se viene dando en los últimos años en muchas naciones defiende que si se acaba con la prostitución, se acabará con la esclavitud sexual. Y esto no deja de ser irónico, porque incluso en países donde el sexo de pago está prohibido, la prostitución ha logrado salir adelante. Acabar con ella es una utopía que ya se ha demostrado prácticamente imposible. Por eso, tal vez deberíamos llevar el debate un paso más allá y apostar por darles derechos y seguridad a estas mujeres.

Lo más irónico de todo es que cuando se habla de legalizar o prohibir la prostitución, lo  habitual es ver a dos señores debatiendo entre las diferentes opciones. Es algo que nos atañe a todos, por supuesto, pero pocas veces encontraremos a una mujer hablando sobre este tema en los medios. Y por supuesto, las hay, auténticas expertas, incluso prostitutas que dejaron el trabajo y cuentan su propia experiencia. Darle voz a esas chicas, a las que siguen y a las que han salido, es lo verdaderamente importante. Conocer sus opiniones, sus deseos, sus esperanzas, sus motivaciones. Porque para cualquiera, meterse en el mundo del sexo profesional es una auténtica locura, pero tal vez estas chicas tuvieron buenas razones para hacerlo, y no solo económicas. Por fortuna, cada vez son más los directores y autores que desafían a lo políticamente correcto, mostrando una visión diferente de la prostitución. Dan Reed lo hizo en un interesantísimo documental, llamado Escorts, que apareció en Reino Unido  hace muchos años, cuando este tipo de debates todavía no estaban tan en boga.

Un polémico documental

Si hablas de sexo sabes que vas a recibir críticas o como mínimo, miradas de desconfianza por parte de cierta población. Si además te atreves a tratar un tema tan polémico como la prostitución, entiendes que estás jugando con fuego. Así lo hizo Dan Reed en su momento, mostrando una realidad que para muchos era invisible, la de las chicas de alto standing. Es cierto que en Reino Unido contaban con un importante precedente, la serie Secret Diary of a Call Girl, que se mostró en televisión durante cuatro temporadas. En ella se seguía la vida de una joven escort que combinaba sus relaciones familiares y de amistad con su trabajo como prostituta de lujo.

Aquella serie seguramente sirvió para abrir el debate y generar esa controversia que luego Reed aprovechó para su documental. Cuando fue emitido por primera vez, en 2015, la producción provocó un gran revuelo en los medios ingleses. Aquello ya no era una ficción, sino un documental en el que aparecían historias reales de escorts profesionales. Una muestra de que su realidad no era tal y como la pintaban muchos, explorando las razones y motivaciones de estas chicas. El documental, de 47 minutos de duración, fue emitido posteriormente por muchas otras cadenas en todo el mundo, y sigue siendo una referencia en esta temática, a pesar de tener ya varios años a sus espaldas. Reed logró tratar de maravilla el tema de la prostitución, sin posicionarse, dejando hablar a las protagonistas.

Sus protagonistas, escorts reales

Escorts tenía muy claro  su planteamiento: mostrar cómo era la vida de dos amantes de lujo en la Londres actual. Para ello contó con la colaboración de dos escorts reales, Cookie Jane y Emily Banfield. Ambas exuberantes y bellísimas, el tipo de amante que cualquier hombre desea tener a su lado para un rato de pasión salvaje. La segunda, de hecho, había hecho ya sus pinitos como pornstar en diversas producciones británicas antes de aparecer en el documental. Chicas desinhibidas que entendía el sexo como su forma de vida, y que estaban mostrando sus situaciones laborales sin prejuicios, sin trampa ni cartón. No es oro todo lo que reluce, por supuesto, pero tampoco son chicas obligadas a entregarse por dinero. Es una elección que ellas tomaron en su momento, y eso queda bastante claro en el documental.

La vida de una amante de lujo

La serie Secret Diary of a Call Girl mostraba ya cómo era la vida de una amante de lujo, tratando de lidiar con el estrés de llevar una doble vida con sus amigos y sus clientes. En este caso, Escorts se introduce de lleno en la auténtica realidad, dejando a un lado las censuras, sin edulcorar la situación ni venderla mejor de lo que es. Cookie y Emily son simplemente dos chicas jóvenes con un talento evidente para el placer y la pasión. Son cultas, elegantes y sofisticadas. Mujeres del siglo XXI capaces de tomar sus propias decisiones, y con unas metas muy claras. El dinero, por supuesto, era una de las principales razones para empezar en esto del sexo profesional, porque tal y como estaban las cosas a finales de la década anterior, el trabajo en Reino Unido era un desastre.

Cuando tienes talento para hacer algo que además puede reportare mucho dinero, ¿cómo no vas a aprovecharlo? En su país, la prostitución es ilegal, y de hecho, no se puede siquiera publicitar servicios sexuales. Sin embargo, las escorts siempre se presentan como acompañantes, algo que obviamente, no está prohibido. Lo que ocurra ya en la intimidad entre las chicas y los hombres será cosa suya. Estas mujeres, por ejemplo, llegaban incluso a decidir con qué clientes iban a tener citas. En el caso de Emily, muy conocida por sus escenas porno, se permitía el lujo de cobrar una tarifa aun mayor, porque ella misma reconocía que estaba llevando a cabo una fantasía. Todos los chicos quieren hacerlo con una estrella del porno, y ella ponía ese sueño al alcance de cualquiera que pudiera pagarlo.

Recepción

En su primera emisión, el documental recibió una audiencia por encima del millón de espectadores, algo bastante importante si tenemos en cuenta su formato. Aquel revuelo generado en su momento sirvió también para que todos se percataran de que no era un producto más, sino uno de los más importantes en hablar sobre este tema. Por eso fue comprado por diversas compañías, en muchos países, y doblado a diferentes idiomas. Un nuevo impulso para el documental llegó al ser incluido en el catálogo de la plataforma Netflix, en diversos países, lo que lo expuso a audiencias mundiales millonarias. Si bien ya hemos podido disfrutar de otros documentales del estilo, Escorts sigue siendo una referencia para cualquiera que quiera aprender sobre este tema.